¿Por qué a algunas personas les cuesta tanto promover cambios?

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El cambio es evolución. Sabemos que poder y saber cambiar es algo adaptativo, puesto que todo en la vida es cambio, nada permanece estático, ni siquiera los seres humanos.

Pero si esto es así, por qué algo que supone adaptación y supervivencia, a ciertas personas les cuesta tanto?

Esas personas que muestran tanta resistencia al cambio, están asociando emociones negativas a esos cambios. Por tanto, lo que sienten cuando tienen que ponerse a ello no les resulta nada agradable. De este modo y aunque no sea real, están entendiendo que el cambio no es algo positivo para ellos.

Por otro lado, para estas personas, esos cambios están asociados a pensamientos muy rígidos. ¿Eres Flexible?.

Algunas distorsiones y creencias asociadas al no cambio son las siguientes:

  1. Pensamiento dicotómico: ver todo en blanco o negro, no hay alternativa intermedia
  2. Sobregeneralización: sacar una conclusión general de un hecho en particular
  3. Catastrofismo: adelantar acontecimientos catastróficos de algo que aún no ha ocurrido
  4. Falacia de cambio: creer que el bienestar de uno mismo depende de los actos de los demás y no de los suyos propios.
  5. Deberías: mantener creencias rígidas sobre cómo deberían ser las cosas y las personas.
  6. Baja tolerancia a la frustración: dificultad para gestionar el hecho de que las cosas no salgan como uno espera.
  7. Evitación de los problemas: pensar que es más sencillo evitar que afrontar los problemas
  8. Indefensión: pensar que uno es como es y no puede hacer nada para cambiarlo
  9. Autoexigencia y perfeccionismo: pensar que hay soluciones perfectas para todo y que, además, el ser humano tiene que encontrarlas siempre para ser feliz.

Si te cuesta cambiar, es porque tienes algún pensamiento muy arraigado que no te está permitiendo introducir esas modificaciones. Creencias y Flexibilidad

Por otro lado, son personas que no han aprendido a gestionar la frustración en la etapa infantil.

Si querían algo cuando eran pequeños, normalmente lo tenían, porque no les enseñaron a afrontar situaciones diferentes a las que ellos deseaban, por tanto, en la etapa adulta, el cambio no es algo habitual ni natural para ellos, porque asocian ese cambio a pérdida, relacionado con ese objeto que reclamaban de pequeños y que, en caso de haber gestionado de forma adecuada, no habrían podido tener porque no les correspondía o no procedía.

Relacionado con lo anterior y asociado también a la etapa infantil, son personas que no gestionan correctamente los noes. Presentan dificultades para aceptar un no y ciertos límites asociados a esto.

Como no están acostumbrados a poner límites, ni a que se los pongan, cuando alguien lo hace, se sienten amenazados. Entienden este límite como una amenaza y no como algo saludable dentro de las relaciones personales.

Reaccionan muy mal ante estos límites porque no se los han puesto a ellos en la etapa infantil y, de hecho, estas personas tampoco saben manejar los límites y suelen estar invadidas por los demás.

Suelen personas con ego y orgullo en su estructura de carácter, motivo que, además, sigue fomentando esa incapacidad para el cambio ya que, para ellos, el cambio estaría significando estar equivocados y no un aprendizaje o evolución.

Por otro lado y aunque no lo pueda parecer, son personas inseguras que necesitan afianzar lo que saben y lo que son a través de esa inacción y falta de evolución, quedándose en su zona de confort y no afrontando así la incertidumbre del cambio.

Lo contrario les hace sentir inseguros porque supone algo desconocido.

Por tanto y después de todo lo explicado, observamos que, cuando vienen a consulta, son Pacientes con alto nivel de resistencias. Van a desarrollar todo tipo de mecanismos y bloqueos para no salir de su zona de confort.

Al final, la inacción y la falta de evolución, no tiene nada positivo.

Te impide conseguir ese aprendizaje y esa adaptación a la vida.

Por eso, si esto te ocurre y te cuesta adaptarte al cambio en cualquiera de sus facetas, quizá pueda resultarte útil consultar con un profesional.

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