Preocupación excesiva por los demás

simpatia

 

http://www.amayamarcospsicologa.es

Seguro que en más de una ocasión has escuchado a alguien decir que es muy empático, que se preocupa en exceso por el otro o que le afecta demasiado lo que les ocurre a los demás.

Pues bien, vamos a ver qué está pasando en esas situaciones, porque al final y sin entrar en egocentrismos, tiene mucho más sentido preocuparse y cuidarse más a uno mismo que al resto. No crees?.

Cuando nos encontramos con una persona que nos describe estas situaciones, podemos saber que están ocurriendo varias cosas.

La primera, es que está llevando a cabo, desempeñando o interpretando la figura del salvador en su vida.

Ya lo explicábamos en el Triángulo dramático y cómo salir de él. Si necesitas ser el salvador del otro, te olvidas de tí mismo, pero, además, estás buscando ser necesario para los demás. Que te necesiten. Es tu forma de sentirte valioso y útil.

Además, esta forma de actuar persigue un objetivo claro; obtener el reconocimiento del otro, ese refuerzo que la persona no sabe darse, debido a una Autoestima dañada que necesita de la valoración y el halago de los demás para sentirse querido.

Estas personas explican que tienen una Empatía excesiva. Que les afecta en exceso lo que les ocurre a los demás.

En esos casos hablamos de Simpatía, de ese exceso de empatía que lleva a la persona a fusionarse con los sentimientos que el otro está expresando y, por tanto, es muy probable que acabe haciendo suyo el problema y aquí es donde viene algo importante.

Cuando una persona practica la simpatía, al final y sin darse cuenta, llega un momento en que ha dejado de preocuparse por el otro y está muy afectado porque, de forma inconsciente, lo que le preocupa realmente es que le pueda ocurrir a él lo mismo.

Aunque en principio pueden parecer personas excesivamente generosas, en el fondo se esconden rasgos narcisistas.

Personas que, de forma consciente o inconsciente, necesitan el reconocimiento constante de los demás, puesto que están buscando sentirse queridos como ellos no saben quererse.

Existe un vacío personal importante que se cubre con esa aprobación, valoración y amor de los demás.

Por eso, al final, realmente no estamos hablando de empatía ni de generosidad como tal.

Estamos hablando de personas muy dependientes. Personas que necesitan ese refuerzo constante para sentirse bien y que, además, lo ofrecen para que les quieran y no les abandonen.

El problema también llega cuando no reciben lo mismo por parte de los demás.

Aquí es donde observamos que no se trata de generosidad sin más.

Cuando el otro no les devuelve lo mismo, porque no tienen esa autoestima dañada y no necesita tanto refuerzo y atención externa, se sienten abandonados, no queridos, injustamente tratados, pero no es real.

Al final, es importante que esa persona trabaje sus valores, sus creencias y su autoestima, para que sea él mismo el que se aporte ese reconocimiento y valor que necesita del otro y se quiera lo suficiente como para no tener que necesitar la aprobación constante de los demás.

ww.amayamarcospsicologa.es

 

LOGO COP

 

 

 

2 comentarios en “Preocupación excesiva por los demás”

  1. ¡Interesante! Creo que la virtud se halla en el término medio: ni demasiado egoísmo, ni demasiada empatía… Pero mantenerse en ese punto, a veces, es costoso. Saludos 🙂

    Me gusta

Deja un comentario