¿Qué significa agredir o abusar emocionalmente?

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Durante muchos años, se consideró exclusivamente como agresión a aquel acto físico que se producía como ataque a otra persona y que, por tanto, podría demostrarse por la existencia de un golpe o daño físico.

Pero en esta explicación se estaban obviando esas formas de agresión, que sin existir acto físico, dañan igual o más que un golpe.

El abuso emocional se define como cualquier comportamiento o actitud no física que conlleva controlar, someter, castigar o aislar a otra persona mediante el uso de la humillación y/o el miedo. Así lo define Beverly Engel, autora del libro “La relación emocionalmente abusiva”. Función de las Emociones

Hay muchas conductas que están consideradas como abuso o agresión emocional, pero en esta publicación nos vamos a centrar en el desprecio y en la indiferencia.

El desprecio, en psicología y otras ciencias sociales, es considerado como una intensa sensación de falta de respeto o reconocimiento y aversión. Supone la negación y humillación del otro de quien se pone en duda su capacidad e integridad moral. Es similar al odio, pero implica un sentimiento de superioridad.

El desprecio es la fuente de muchos de los problemas en las relaciones interpersonales y causa de innumerables rupturas. Puede causar muchísimo daño ya que, como afirmaba Voltaire: “todo es soportable salvo el desprecio”.

Podemos hablar del desprecio como lo opuesto a la empatía, ¿Por qué la empatía es tan importante?, puesto que, en vez de ponerse en el lugar del otro y comprender lo que puede estar sintiendo, supone juzgarle desde la superioridad y el daño.

El desprecio es una emoción excluyente que da paso a la indiferencia.

“Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte”. -Elie Wiesel-

La indiferencia es aquel sentimiento donde se mantiene al margen a la persona a la que se le aplica. Es una acción que produce heridas profundas y duraderas.

De hecho, diversos estudios y profesionales de la psicología, explican que lo contrario al amor no es el odio, si no la indiferencia, puesto que esta actitud es de las más agresivas y dolorosas que se puede aplicar sobre el otro, haciéndole invisible, no se le ve y no se le habla. ¿Por qué el silencio es tan poderoso?

Está asociada a frialdad e insensibilidad, a un sentimiento de vacío hacia el otro donde le negamos, ni más ni menos que sus ideas, sus emociones e, incluso, el ser visto.

Hay diversos estudios que indican una disminución de la sustancia gris en sujetos especialmente agresivos y la combinación de altos niveles de testosterona y bajos niveles de cortisol.

En el ámbito militar por ejemplo, la agresión verbal es muy usada para intimidar a los soldados, con la finalidad de doblegarlos y poder controlarlos con mayor eficacia

Las consecuencias de este tipo de abusos parecen ser más intensas y duraderas que aquéllas que se producen mediante una agresión física.

Algunas de las consecuencias que este tipo de conductas producen son:

  • Conductas agresivas
  • Insomnio
  • Depresión
  • Trastornos psicosomáticos y un largo etc.

Identificar este tipo de conductas, en ocasiones, puede ser complicado, ya que son daños que se producen de forma sutil dentro de la relación interpersonal.

Resulta mucho más sencillo cuando la persona que lo recibe empieza a ver claramente una negación de su persona, a nivel conductual, cognitivo y emocional. Sabiendo que no solo no se respeta lo que expresa y/o siente, si no que se le ridiculiza, juzga y se le manipula para hacerle creer que todo aquéllo por lo que se está sintiendo así es culpa suya.

El hecho de que empiecen a aparecer varios de los síntomas como los descritos más arriba, de forma persistente, es una clara señal de que este tipo de abusos pueden estar presentes.

Las personas abusadas o agredidas emocionalmente se sienten invisibles, anuladas y ridiculizadas. Cuando expresan sus emociones, éstas no son validadas si no todo lo contrario. Si, además, se atreven a poner algún límite al otro, éste no solo no lo respetará, si no que lo traspasará sin problema, haciendo sentir a la persona abusada que sus condiciones para las relaciones personales no son válidas ni consideradas si quiera.

Existe una constante minusvaloración de lo que siente a través de expresiones tipo: «eres demasiado sensible», «muy exageradx», «estás locx», «solo dices tonterias» y un largo etc que hace sentir a la persona dañada a nivel emocional y psicológico.

Hay que ser muy valiente (¿Qué significa ser valiente?) para identificar este tipo de conductas, atreverse a verbalizarlas y enfrentarse a ellas desde una perspectiva de protección.

Si crees estar en alguna de estas situaciones, sería adecuado que te pusieras en contacto con un profesional. Ir a terapia es de Valientes.

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